1. Define tu propósito y audiencia:
El primer paso es tener claridad sobre el «por qué» de tu negocio. ¿Qué problema resuelves? ¿A quién ayudas? Identificar una audiencia específica (océano azul) y entender sus necesidades, es la clave para cualquier emprendimiento digital exitoso.
2. Establece una presencia digital mínima viable:
No necesitas tener un sitio web súper sofisticado desde el principio. Empieza con lo básico: una página de inicio / Sobre Mí / Pagina de aterrizaje / Blog y al menos un perfil en redes sociales que refleje tu mensaje y te conecte con tu audiencia. Lo importante es estar visible y ofrecer contenido que agregue valor.
3. Construye un sistema simple para captar leads:
Crear un embudo de ventas inicial. Esto puede ser tan sencillo como ofrecer algo de valor (como un ebook o una guía gratuita) a cambio de los correos electrónicos de tus potenciales clientes. De esta manera, empiezas a crear una comunidad y tienes una base sobre la cual desarrollar tu negocio digital.
A partir de esta base se puede crear un sistema automático de ventas. Solo hay que tener una escalera de valor con al menos 3 productos/servicios o mentoría, para que tu negocio funcione aun cuando estas de vacaciones o te apetece desconectar.